domingo, 18 de noviembre de 2012



¿?

Eres tú quien le pone tranquilidad a todos mis sentidos. La misma que con su voz altera los latidos de mi corazón. Cada vez que te escuchó pierdo la razón y la noción del tiempo. Siempre estas en los momentos de melancolía y alegría. Agradezco a la vida de que existas, ya que eres lo mejor que he conocido hasta este momento. Muchos dicen que estoy loco por hablar así de ti, pero si ellos vivieran en carne propia un poquito de todo lo que me haces sentir, dudo que me siguieran juzgando de la manera en que lo hacen. Tal vez no seas un ser  ordinario, pero si lo fueras serias: novia, amante y una extraordinaria amiga. Adoro tus múltiples formas de ser y la manera en que cuentas los sucesos que ocurren hoy en día. Es por ti que aprendí a ver el mundo tal y como es. Dije que serias una extraordinaria amante, ya que frecuentemente estas ahí cuando necesito tener compañía. No importa la hora que sea, pues tú siempre estas dispuesta a vivir la odisea de mis desvelos conmigo. Una buena novia porque compartimos los mismos objetivos y anhelos, además de que siempre me acompañas a cualquier lugar. Me das consejos para sobrevivir en este peaje y  me platicas que a una mujer se le respeta y se la ama sin importar las circunstancias,  por estas razones te convertirías en una excelente amiga de cualquier persona.



Cómplice de que se reconcilien miles de parejas. Les das esperanzas de libertad a aquellos que se encuentran tras las rejas. Tienes las alas que me permiten volar y la confianza para que yo pueda volver a amar. Me enseñaste a nunca ser egoísta. Fuiste la culpable de que me convirtiera en un idealista. Seria difícil que las personas no se enamoraran por lo que transmites, ya que cada una de tus frases lleva consigo una reflexión. Las palabras que componen esas frases se pasean en solitario por mi mente y estas a su vez se transforman en fuente de inspiración. Rompes todos los confines, porque te conocen en todo el mundo, pues tu idioma es universal. Unos al tenerte cerca lloran y otros gritan de felicidad, pero yo prefiero quedarme taciturno y escucharte para deleitarme con cada vibración que sale del auricular.  

Si formaras parte de mi ser, serias mi aura. Música, gracias por existir. 
 

domingo, 11 de noviembre de 2012



Duele



Es muy difícil olvidar a alguien que ha dejado impregnada una huella por el resto de mi existencia. Es por eso que tú recuerdo aun me duele, porque no era justo que te fueras cuando apenas tenías nueve. Eras todavía un niño. A pesar de que ya no estas aquí aun sigue vigente todo ese enorme cariño que siento hacía ti.

Un gran futuro era el que te deparaba, pero todo se derrumbo cuando ella decidió entrar en lo más profundo de todo tu ser y en el momento que lo hizo fue cuando empezaste a desvanecer poco a poco. Comenzaron las visitas a los hospitales y cada fin de mes la revisión de tus signos vitales. La compra de medicinas fue en aumento y  aun así estas no sirvieron de nada, pues no tuvieron ningún efecto. Tus  principales duelos fueron con las transfusiones de sangre, las mismas que quemaban cada parte de tu cuerpo. La mayoría de estos combates saliste casi siempre victorioso con la mano y cara bien arriba a pesar de que las heridas te dolían. Nunca olvidare el día en que todo cambio.
Lo que era colorido se volvió sombrío, ya que tú peor enemiga había logrado derrotarte. Leucemia te atacó por sorpresa, porque en ese momento te encontrabas distraído y tenue. Luchaste hasta el final como todo un héroe y así es como te recordare siempre.


Hay algunas tardes en las que todavía lloro por tu ausencia, porque que es muy difícil olvidar todos esos momentos que vivimos juntos durante tu corta infancia. Recuerdo que jugábamos a las canicas y especialmente al fútbol, por el cual sentías una gran afición. No te importaban los abrumadores rayos del sol, aquellos que te debilitaban, pero todo se remediaba en el momento que pateabas el esférico, ese que te hacia sentir cada vez que lo tocabas muy eufórico, ya que era lo que realmente amabas. Nunca se te vio triste, pues siempre te acompañaba una gran sonrisa, aun que savias que la vida se te iba deprisa. Eras muy valiente y tal vez esa fue la principal razón de que fueras muy apreciado por la gente. De tu madre siempre serás ese invaluable tesoro, pues ella siempre te brindó ese omnipotente amor maternal que muchos envidiaban

domingo, 4 de noviembre de 2012


Libertad

Todo empezó cuando tocaste las puertas de mi corazón y con una simple mirada rompiste mi armazón. Me enamore perdidamente de ti, pues eras ese elixir prohibido que saciaba la sed de mi libido. Pureza era lo que emanabas. Todavía recuerdo la última batalla que tuvimos entre almohadas y sabanas, pero un día desperté y tú ya no estabas. Nunca volviste y me pregunte ¿Cuando fue el momento en que te perdí? ¿El instante que decidiste marcharte? Tal vez te encuentras vagando por ahí y, yo aquí extrañando: tú compañía, tus elocuencias, hasta tus manías. Estar a tu lado era como vivir una gran aventura, pero cuando no te tenía era como una intensa tortura. 

Aun recuerdo esas salidas al parque y la fotografía en mi buró que enmarque, para mirarte al despertarme. Tú cara tenía un resplandor muy especial, pues eras totalmente natural y estabas muy lejos de ser una mujer superficial. Siempre estabas llena de euforia, pero a la vez repleta de fobias. Decías que no me metiera en líos, pero aunque lo hiciera tú siempre estabas ahí, pues incluso me cobijabas de intensos fríos. 

No dejo de pensar lo que repudiabas: la esclavitud, la violencia y sobre todo detestabas aquellas personas que a niños les robaban su inocencia. Hablábamos de tener una relación vitalicia, además de sanar  todos esos corazones llenos de malicia. Estabas harta de que la gente te tomara como un estandarte en un mundo donde el mal abunda y la muerte es alarmante. Tú autenticidad es única, pues no he encontrado a nadie que se te parezca en toda esta República.

Me encantaba tú caridad e inclusive me sorprendía ese nivel de seguridad que tenías. Eras tan dulce que al hablar cada palabra venia con un toque de miel. Te amaba a pesar de que me eras infiel, pero sabía que tu deber era también estar con los demás para cambiar su mentalidad y plantarles la palabra libertad, pues eso me hizo apreciarte a un más.

Tú fuiste mi fuente de inspiración para escribir miles de textos y la misma que me enseño aguardar la postura en los momentos más tensos. Nunca olvidare esos tiempos mágicos que pase contigo ni cuando lloraste en esos lapsos trágicos. Siempre tendré muy presente tú belleza y tú singular esencia natural. Hoy te tengo que dejar ir aunque no quiera y decirte hasta luego, porque es tú funeral.